domingo, 26 de noviembre de 2023 · 15:21
El pasado 18 de octubre, se publicó en el diario oficial la nueva Norma Lumínica que regirá en todo nuestro país. Esta medida tiene como propósito preservar la calidad del cielo nocturno y mitigar los impactos negativos que la luminosidad desmedida ha demostrado tener en la salud de las personas y en la vida silvestre.
El seremi del Medio Ambiente Leonardo Gros explica que “la nueva norma lumínica es una gran herramienta que nos va a permitir mejorar la gestión de la calidad de los cielos, haciendo énfasis en la salud humana, el cuidado de la biodiversidad y en la mantención de cielos limpios para la observación astronómica a nivel nacional. Estamos en fase de difusión con actores público y privados para su toma de conocimiento y alcances de esta normativa. La SMA está fiscalizando y notificando a los titulares de proyectos que no cumplen con la norma para exigir un plan de cumplimiento y educar. Esperamos que los titulares de los diversos proyectos puedan aplicar la norma”, indicó.
En este contexto, el jefe Regional de la Superintendencia del Medio Ambiente de la región de Coquimbo, Gonzalo Parot, destaca que Coquimbo, Atacama y Antofagasta ya contaban con una norma de emisión para la regulación de la contaminación lumínica en sus territorios. La nueva norma implica un cambio más profundo en las regiones donde la anterior norma no era aplicable. “En Coquimbo, esto se traducirá en modificaciones, especialmente en el objeto de protección (que se amplía a salud humana y biodiversidad) y en las exigencias. Habrá requisitos especiales en Áreas de Protección Especial, como las Áreas Astronómicas, Áreas de Protección para la Biodiversidad y las zonas de reproducción de especies”, destaca Parot
Además, Parot sostuvo que la nueva norma entrará en vigencia en un plazo de 12 meses desde su publicación, es decir, a partir del 18 de octubre de 2024. La única excepción es para la exigibilidad de la norma en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), donde se deberá incluir como normativa aplicable en los proyectos (DIA y EIA) desde la publicación del decreto. A partir de octubre de 2024, se exigirá la norma a fuentes nuevas en Áreas de Protección Especial y luego se irá haciendo aplicable a otras fuentes nuevas y existentes de manera diferida”, añadió.
Desde el Municipio de Ovalle, señalaron respecto de la nueva norma lumínica que “todos los proyectos que están hoy día, en diseño para ejecución 2024 respecto al alumbrado público, extensión en terreno y cambio de luminarias, etcétera, incorporan esta nueva normativa eléctrica. De manera que cuando entren en la fase de ejecución estén cumpliendo con los nuevos indicadores que está exigiendo hoy día la normativa lumínica. Esto también va en función de la declaración de nuestro territorio comunal y la Región de Coquimbo, como zona turística, por lo tanto, va en la línea de proteger también los cielos y que la infraestructura pública, sobre todo lo que respecta al alumbrado, cumpla con la norma para poder desarrollar el turismo y el astroturismo de nuestros cielos”.
Fernando Ruiz Zamarca, Director de Obras Municipales de La Serena, detalla que la autorización de letreros publicitarios se gestionará a través de la dirección de obras. “Los solicitantes deben formalizar las iniciativas con un expediente que incluya las características de la señalética. Este proceso, supervisado por la dirección de obras, exige el respaldo de un profesional especialista y una certificación de la declaración eléctrica. La entidad certificadora, encargada del permiso, evaluará el cumplimiento de normativas, incluyendo el decreto de protección lumínica para las regiones de Atacama y Coquimbo. Las nuevas disposiciones, recientemente publicadas, buscan resguardar aspectos como la cantidad de lúmenes expuestos a la intemperie para prevenir la contaminación lumínica. Además, se asegura que estas normativas no afecten la visibilidad en vías locales o estructurales dentro de la comuna”.
Ana León, Licenciada y Magister en Astronomía de la Universidad de La Serena, explica que la nueva normativa es mucho más restrictiva y actualizada de las fuentes que contaminan. “Esta medida contribuirá significativamente a la protección de la calidad de los cielos en regiones que albergan importantes observatorios astronómicos a nivel mundial. La contaminación lumínica en los alrededores representa un desafío diario para estos observatorios. Preservar la calidad de los cielos chilenos no solo favorece la investigación astronómica de primer nivel, sino que también impulsa actividades económicas como el astroturismo. La prioridad es asegurar la calidad de los cielos no solo para el presente, sino también para las futuras generaciones, subrayando la importancia de la fiscalización para garantizar el cumplimiento efectivo de la normativa”.
En cuanto a los impactos negativos de la contaminación lumínica en la salud de las personas, la astrónoma comenta, que el exceso de iluminación artificial puede afectar la capacidad para conciliar el sueño. La exposición prolongada a la luz artificial, especialmente cuando es mal dirigida, demasiado intensa y de un color inapropiado, confunde a nuestro cerebro haciéndolo creer que es de día. Esta confusión interrumpe la producción natural de melatonina, la hormona reguladora del sueño. La falta de sueño resultante puede llevar a una falta de descanso adecuado, manifestándose en dolores de cabeza, cambios de humor y, en casos más graves, puede contribuir al desarrollo de enfermedades como el cáncer. Es esencial ser conscientes de cómo la iluminación afecta nuestro sueño y tomar medidas para reducir la exposición a la luz artificial durante la noche”.
Por su parte, Marcelo Jaque Arancibia, astrónomo de la Universidad de La Serena e integrante de la Comisión Regional para el Cuidado de los Cielos Nocturnos y director del proyecto FIC-R Ilumina Conciencia, destaca que una de las novedades de la normativa es la restricción de las temperaturas de iluminación. “Esto implica que el uso de LED azul, perjudicial para la biodiversidad, la salud humana y la observación astronómica, será limitado. Esta medida contribuirá a preservar los cielos oscuros, esenciales para la observación del universo y la protección de la fauna y flora.”
El astrónomo indica que el crecimiento desenfrenado de la tecnología LED ha tenido un impacto negativo en la astronomía. A pesar de su eficiencia y popularidad, el uso generalizado de LED ha llevado a una sobreiluminación perjudicial. “Esto ha afectado la capacidad de observación astronómica y ha generado problemas de adaptación ocular. La sobreiluminación, en particular, ha distorsionado nuestra percepción de lo que consideramos una iluminación adecuada, ya que nos hemos acostumbrado a niveles excesivos de luz en entornos urbanos”.
Con el propósito de generar un impacto positivo en la toma de conciencia frente a la problemática de la contaminación lumínica y el cuidado del cielo y la salud, el proyecto “Ilumina a Conciencia” incluye la implementación de una red de monitoreo de la contaminación lumínica de una serie de nodos de medición que serán instalados en distintos puntos de la región.
El Marcelo Jaque, explica que esta iniciativa es financiada por el Gobierno Regional de Coquimbo y la colaboración de la Universidad de La Serena, “buscamos generar la red de monitoreo de contaminación lumínica más densa del mundo, donde estaremos midiendo todas las noches con fotómetros el brillo del cielo nocturno. Esto nos entrega información de cómo va cambiando la luminosidad del cielo en distintos aspectos y tiempo, permitiendo tener una relación más cercana con la comunidad”.